lunes, 20 de noviembre de 2017

El comercio con las provincias romanas del norte de África: el Monte Testaccio

Una parte importante del estudio de la cerámica para entender y conocer a las provincias del norte de África en época romana, y sobre todo en época bajoimperial, es la anforología, o el estudio y análisis de las ánforas.

Para el comercio en época romana se pueden establecer ciertas generalidades. Por ejemplo, su fuente principal de mercancías era la producción agrícola. El comercio romano era un sistema administrativo, político y jurídico que procuraba la distribución y abastecimiento de los productos de primera necesidad, además también poder difundir ciertas ideas propagandísticas para asegurar el control del Imperio. Aún así, al estar extendido, ello también traía ciertas dificultades causadas sobre todo por el transporte y el tributo al que estaban sometidos los productos comercializados. El principal comercio marítimo era el del vino y el aceite, ambos de un alto valor relativo, pero producido en grandes cantidades, algo que dificultaba su transporte. Para ello, las ánforas son uno de los mejores indicadores de la economía alimentaria de la Antigüedad. Son testigos de esta red comercial, siendo la prueba de la cantidad en la que los bienes son producidos, de las redes de distribución de los mismos, de la demanda que existía de ciertos productos, etc. 

ANFOROLOGÍA

Con el fin de establecer una clasificación cada vez más detallada y fiable, los especialistas han desarrollado tipologías anfóricas siguiendo distintos criterios desde el siglo XIX. Estos criterios toman en cuenta distintas variables como la cronología, el lugar de producción, la mercancía envasada, las pastas, el engobe, sus desgrasantes, las arcillas, los imperbealizadores, su morfología, etc. Además, se debe tener en cuenta que las ánforas son contenedores que en la mayoría de las ocasiones pueden ser reutilizadas en varias ocasiones durante su vida útil, o por el contrario se le encuentran otros fines una vez dejan de ser aptos para su principal función, el transporte. El uso de ánforas para transportar productos en grandes cantidades para transacciones comerciales permitía a su vez aprovechar el espacio al máximo para mezclar éstas con todo tipo de cargamentos cerámicos, como lucernas o vajillas de mesa en el caso de las provincias africanas. 

EL MONTE TESTACCIO Y LAS ÁNFORAS NORTEAFRICANAS

El Monte Testaccio es una colina situada al suroeste del Aventino, en Roma, muy próxima al Tíber y se encuentra dentro del espacio delimitado por la muralla de Aureliano a partir del tercer cuarto del siglo III d.C. Se eleva a unos 50 m sobre el nivel del mar y tiene un perímetro irregular de unos 1.400 m aproximadamente. La colina se encuentra en las proximidades del complejo portuario de la llanura subaventina, junto a los grandes almacenes (horrea) que se constituyeron en esta zona desde el siglo II a.C., llegando a ocupar más adelante ambas orillas del Tíber. Esta colina es particular, se trata de una colina artificial: su formación es el resultado de la acumulación a lo largo de unos tres siglos de sucesivos depósitos de ánforas mayoritariamente olearias desechadas tras su uso y transportadas allí desde estos almacenes del puerto.

Las excavaciones en el monte se remontan a 1872 gracias a las intervenciones del arqueólogo alemán H. Dressel, quien de manera rigurosa documentó y definió la naturaleza del lugar y el material que contenía. Este material consistía de manera prioritaria en ánforas de aceite procedentes de la Bética y otras provincias romanas, en especial las del norte de África. Esto le permitió reflexionar sobre ciertos aspectos de la economía romana, en concreto sobre la producción y distribución de bienes de gran demanda como el vino y el aceite, lo que estimularía a su vez el desarrollo de gran número de estudios sobre la fabricación de envases de transporte (una actividad artesanal asociada a la propiedad rural), sus tipologías y sus sistemas epigráficos. 

Tipología de ánforas norteafricanas
Las dimensiones del monte (22.000m2 de superficie y 50 m de altura) la enorme entidad del proceso de distribución de aceite en el Imperio y la duración del fenómeno: el período de uso del lugar como lugar de depósito de ánforas tras su uso como contenedores de líquidos para su transporte se data entre finales del siglo I d.C. y mediados del siglo III d.C., aunque la fecha de inicio aún está en discusión, atrasándola hasta época augustea. Las últimas investigaciones proponen que la formación del monte es el resultado de una serie de acumulaciones realizadas en diferentes épocas, de las que podemos definir tres fases: la primera desde un momento inicial impreciso hasta mediados del siglo II d.C., la segunda entre mediados del siglo II d.C. y el primer tercio del siglo III d.C., y una última etapa tras la cual caería en desuso hasta mediados del siglo III d.C.

Terrazas superpuestas del Monte Testaccio y sus correspondientes cronologías


El repertorio de ánforas olearias identificado es relativamente limitado y presenta ciertas especificidades. La segunda zona geográfica representada es el norte de África. Los depósitos excavados hasta el momento corresponden a tres periodos bien definidos: mediados del siglo II d.C., primer tercio del siglo III d.C. y mediados del siglo III d.C. Estas ánforas correspondientes suponen una proporción muy variable del material total depositado en el lugar, cuyo porcentaje va en aumento a medida que nos acercamos hacia el ecuador del siglo III d.C. (6%-9%, 18% y 26% respectivamente). Además, los depósitos excavados incluyen una tipología muy variada procedente de distintos puntos de la costa norte africana: la costa occidental de la actual Libia o la Tripolitana, el litoral central de Túnez o el África Proconsular y ciertos puntos del litoral argelino o Numidia. 

Provincias del Imperio Romano a la muerte de Trajano, en el 117 d.C.

La importancia representada de estas zonas en el material anfórico del Monte Testaccio es muy desigual y sólo las dos primeras mencionadas parecen haberse vinculado a un vasto circuito de exportación de aceite y de otros productos hacia Roma.

Tripolitania

A la zona de la Tripolitania corresponden las ánforas Tripolitania I y III en los siglos II y III d.C. Son ánforas de gran tamaño, muy ligeras y de gran capacidad. Los talleres que fabricaban estas ánforas se sitúan en el litoral libio (Sabratha, Oea y Leptis Magna), aunque también se han documentado alfares en el interior, en las inmediaciones de Leptis Magna. La gran difusión de estos tipos anfóricos puede explicar su imitación en algunos centros artesanos del litoral central y meridional de Túnez, como se ha demostrado a través de análisis de arcillas en fragmentados encontrados en el monte. En cuanto a la forma que más se acerca a las fechas que nos interesan, la Tripolitana III, aparece notablemente simplificada con respecto a al Tripolitana I.

Ánforas del litoral de Libia: 1 y 2, Tripolitana I; 3 Tripolitana III
África Proconsular

 La situación se vuelve más compleja en el litoral del actual Túnez. Para la exportación de aceite de esta zona se utilizaron diversos contenedores y coexistieron durante periodos prolongados de tiempo, comprendidos entre mediados del siglo II y mediados del III d.C.: Africana IA y IB, Africana II (A, B, C, y D), Ostia XXIII, Ostia LIX, etc. La importancia cuantitativa de cada tipo es muy desigual entre ellos, aunque algunos parecen específicos de un momento según el prcentaje de material recuperado: por ejemplo, la Africana IB parece dominar el siglo III d.C. Al parecer, la exportación de aceite del litoral tunecino supuso, como en Tripolitania, el empleo preferente de unos pocos recipientes de características homogéneas que serían fabricados de forma generalizada en los talleres de la región, respondiendo así el artesanado local a las necesidades generales del Estado romano en cuanto a la producción y exportación de aceite a gran escala.

Ánforas del litoral de Túnez: 1, Africana IA, 2, Africana IB; 3, Ostia LIX; 4, Ostia XXIII; 5, Africana IIA; 6, Africana IIC
El Testaccio también ha aportado algunas ánforas procedentes de Mauritania Caesarensis (Keay I) destinadas al transporte del vino, aunque su presencia en el monte es minoritaria.

CONCLUSIONES

La gran mayoría de los recipientes indicados se fabricaron en talleres de litoral central tunecino (Sullecthum, Leptis Minus  y Hadrumetum) y en el litoral libio, cuyos emplazamientos se han mencionado anteriormente. Esta concentración geográfica demuestra que la exportación de aceite africano no es un movimiento sistemático a gran escala, sino que responde a una combinación de factores económicos y políticos, no a los mecanismos del mercado libre. La exportación de dicho producto se ha demostrado que se relaciona a su vez con la exportación a gran escala de otros productos, algunos de ellos casi indetectables como los cereales. Sin embargo, ello no quita que la producción de aceite en el norte de África  no tuviera una magnitud económica notable, materializada en la gran densidad de asentamientos e instalaciones de prensado prospectados en esta zona. La generalización y la diversidad de estas instalaciones ( en muchas ocasiones de dimensiones y complejidad importantes) es el resultado de la aplicación de fuerte inversiones y de formas de gestión a gran escala. Detrás de estas estrategias y sistemas de producción que explicarían el desarrollo global de la agricultura africana a las puertas del periodo bajoimperial, aparecen los intereses de una clase de grandes propietarios rurales con posibilidades de ascender social y políticamente, como explican los diferentes epígrafes de tituli picti que encontramos en las piezas anfóricas norteafricanas del Monte Testaccio.


Laura Sánchez Bejarano

BIBLIOGRAFÍA

Revilla Calvo, V., "Las ánforas norteafricanas del Monte Testaccio (Roma): tipologías, cronologías y zonas de procedencia" en Ribera i Lacombe, A., Manual de cerámica romana: del mundo helenístico al Imperio Romano, 2013, pp. 415-442.

García Montes de Oca, A., (dirigido por Chausa Sáez, A.), "Cartago Neopúnica y su Pértica: la Anforología y sus implicaciones socioeconómicas", 2013-2014.

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