lunes, 4 de diciembre de 2017

El valle del río de Najerilla, una zona excepcional.



Muy buenas tardes queridos lectores,
Sin duda uno de los focos de producción más importantes de la Península es la zona del río Najerilla, en la Rioja. En esta entrada nos enfocaremos en dicha zona, ya que ha sido una de las fuentes principales para definir las tipologías cerámicas de la terra sigillata hispánica tardía.
Aunque muchos autores lo sitúan en la meseta le hemos querido dar una mención aparte debido a la gran información que aporta sobre el mundo tardorromano en la Península. Asimismo, en esta zona se distinguen dos situaciones diferentes; por un lado, surgen nuevos talleres, y por el otro, se mantiene la pervivencia de algunos desde época imperial, aunque pierden importancia. Por ello es interesante estudiar este caso individualmente.

En primer lugar, hay que hablar sobre esta zona en concreto, en la cual se encuentran grandes ciudades romanas, como es el caso de Tricio. Esta urbe llegó a ser una de las más importantes del mundo romano en el área hispánica. Para conocer mejor la importancia que tuvo esta ciudad os aconsejamos que os remitáis a la primera entrada del blog dedicado a Hispania, en la que se destacaba la importancia de las vías de comunicación como claves para la expansión productiva.
En este sentido Tricio se encuentra en un punto neurálgico de las vías comerciales. Asimismo, posee suelos limosos y arcillosos, lo que permite un acceso fácil y rápido a las materias primas, erigiéndose la ciudad como uno de los mayores centros productivos de la región en toda la época clásica.




Aunque esta zona adquiere un gran florecimiento en época altoimperial, en torno a los siglos I-II d. C, no hay que olvidar su etapa predecesora. Más tarde, en la etapa tardorromana, surgen nuevos estilos tanto en formas como en decoraciones. Los únicos centros que sobreviven a la crisis del siglo III son Tricio y Arenzana de Abajo. Sin embargo, en esta época a va a surgir otro centro alfarero, Nájera, que permanecerá en activo hasta el siglo VI.

Para comprender la aparición de Nájera como foco de producción hay que incidir en el contexto socio-económico de esta zona. Se documenta una repoblación masiva de la zona desde la ciudad de Tricio. A partir del siglo III se va a producir un abandono de las ciudades para asentarse en el campo, surgirán las villae, suceso que hasta hace pocos años los autores situaban en una cronología más tardía. Asimismo, la población también se trasladará a cuevas, debido a la inseguridad que existía en las ciudades.
Este hecho se ve fomentado por el aumento de la explotación agrícola y el descenso de la actividad comercial en relación con la etapa altoimperial. Una de las zonas más afectadas fue Tricio, siendo Nájera quién ganará protagonismo en esta época y llegando a convertirse en unos de los centros alfareros más importantes de la Península.


Gracias al estudio de estos yacimientos y de muchos otros de la Península Ibérica se han podido establecer dos tipos de estilos cerámicos que definen la época bajoimperial. El primer estilo aparece a partir del siglo III en el que sigue predominando la forma 37 y en las decoraciones aparecen rosetas, figuras humanas y círculos dentados o simples.  Este primer estilo sigue teniendo alusiones a la etapa anterior.

El segundo estilo se establece a partir de la segunda mitad del siglo IV. Las formas que aparecen son la Hisp 37 Tardía, 42, 47 y 47. Los motivos decorativos se encontrarían en un único friso en el exterior de la cerámica, destacan grandes círculos o semicírculos dobles rellenos de pequeñas líneas onduladas o en zig-zag.
 



En resumen, los cambios que podemos apreciar en el mundo tardorromano de esta región son numerosos. La producción de carácter “industrial” desaparece, para dar lugar a una producción más local, en los que los centros alfareros serán más autosuficientes. Como hemos podido ver se produce una ruptura a nivel estilístico en la cerámica, las cuáles eran mucho más bastas y con unas pastas más pesadas; la cerámica estampada cobrará gran importancia. El descenso de la actividad comercial en el interior de la península dio paso a que las cerámicas extranjeras colonizaran estos territorios. Por lo que van a aparecer numerosas piezas africanas y gálicas en los yacimientos peninsulares. Las rutas comerciales marítimas serán el eje de estas nuevas producciones, aunque ya nos extenderemos más cuando hablemos de la fachada atlántica y de las zonas mediterráneas. 

Un Saludo

Almudena Sanguino Tallón

SAÉNZ PRECIADO, J.C (1995). Los alfares de época tardorromana del valle del río de Najerilla (s. IV-VI d. C). Berceo 198, Logroño, pp. 113-157.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las producciones de la Meseta al final del Imperio Romano

Hola queridos lectores, Me introduzco en este momento en el final del blog. Hemos redactado en entradas previas las producciones del ...