Muy buenas queridos lectores,
En esta entrada nos vamos a enfocar en la zona de la Bética,
territorio muy importante en época romana, aunque también vamos a hablar de Augusta
Emerita, una de las urbes más importantes de la Península durante el Imperio.
Después de la crisis del siglo III Augusta Emerita pasó a
ser la capital de la Diocesis
Hispaniarum. A causa de esto la actual Mérida experimentó un gran
desarrollo industrial económico y urbanístico debido a la llegada de gran
cantidad de población con un poder adquisitivo muy alto.
Gracias a los recientes estudios arqueométricos en Augusta
Emerita se ha documentado que gran parte de la cerámica de esta época provenía
de los alfares riojanos, que ya comentamos su gran importancia en la entrada
“El valle del Najerilla, una zona excepcional”. Esto refleja la continuidad de
las vías comerciales altoimperiales en época tardorromana que influirá en el
descenso de la producción cerámica. Esta disminución de la producción también
fue ocasionada por la llegada de nuevas piezas orientales y
centro-mediterráneas.
Entre las características más significativas de la cerámica
de este periodo hay que destacar que son más anaranjadas y desgrasadas, hay una
clara ausencia de motivos grafiados, los borden pasan a ser más genéricos y se
observa un aumento del tamaño del cuarto del círculo superior. El descenso de
la producción también se va a evidenciar en la desaparición parcial de sellos,
fruto del cierre de algunos alfares importantes.
A partir del siglo IV se produce una ruptura respecto a las
producciones anteriores. Desaparecen formas de época altoimperial. Los
atributos más representativos de estas formas son: perfil y borde abombado.
Además, van a aparecer nuevas formas, cómo por ejemplo, los platos, que van a ser menos hondos respecto a siglos
anteriores, y cerámicas de imitación vidriadas.
Ahora hablaremos sobre la zona de la Bética, la actual
Andalucía. Esta zona sufrió un gran descenso en la producción con respecto a su
época anterior. Observamos como los centros alfareros más importantes como Andújar
o Cartuja desaparecen o pierden una gran importancia en esta época.
En territorios como Jaén, Granada, Málaga o Almería, entre
otros, se encuentra la denominada “TSHTM”(Terra sigillata hispánica tardía
meridional). Es muy difícil poder
definir este tipo de sigillata ya que antiguamente se creía que solo se
encontraba en el sur, hasta que recientes excavaciones han documentado su
aparición en el centro de la Península; sin
embargo, todavía faltan muchos estudios e investigaciones para poder precisarla
completamente. Así que únicamente hablaremos sobre las características comunes
de la sigillata en estas zonas. Esta tipo de cerámica se define por una pasta
bastante depurada, escamosa y con un acabado similar a las africanas. Tienen
una gran variedad de tonalidades: ocre, naranja, grisáceo y el tratamiento
final suele ser mate. Las cocciones son tanto oxidantes como reductoras y las
piezas presentan estrías debido a las marcas del torno. La decoración suele
tener motivos de triángulos o rombos.
Este tipo de sigillata se ha encontrado en zonas donde las
vías marítimas tienen un difícil acceso, es decir zonas lejanas la costa. Esto
constata que se trataría de territorios en los que hay una mayor tradición
productora y un menor poder adquisitivo, ya que no se han encontrado una gran
cantidad de cerámicas importadas. Por ende, este tipo de cerámica se atribuye a
una producción local, algunos de estos focos de producción son: Nueva Carteya
en Córdoba o Florentia Iliberritana en Granada entre muchos otros.
Respecto a la producción anfórica, se va a constatar un
apogeo entre los siglos III y comienzos del V d. C en las zonas de Cádiz y
Almería. Las ánforas del siglo III van a seguir con las formas tradicionales
altoimperiales, aunque también surgirán nuevas tipologías que serán de fondo
plano. Asimismo, habrá imitaciones africanas. Se documenta una continuidad en
la producción impulsada por la aparición de núcleos urbanos como Malaca.
Un Saludo
Almudena Sanguino Tallón
BELTRÁN LLORIS M. (2003): “Alfares y hornos romanos en
Andalucía. Historiografía de la investigación y claves de lectura”, Figlinae Baeticae.
Talleres alfareros y producciones cerámicas en la Bética romana (ss. II a.C. – VII d.C.), B.A.R., int.
ser., 1266, Oxford, 2004, pp. 9-38.
BUSTAMANTE ÁLVAREZ, M. (2013):
“Nuevos datos estratigráficos para el conocimiento de la TSHT en Augusta Emerita (Mérida, Badajoz), Ex Officina Hispana-Cuadernos de la Secah,
vol. I, pp. 91-116.
ORFILA PONS, M (2008): “La vajilla Terra Sigillata Hispánica Tardía
Meridional” en CASASOLA B. y LACOMBA I. (coords.) Cerámicas hispanorromanas. Un estado de la cuestión, UCA, Cádiz.
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